
Los gatos, por naturaleza, son animales territoriales, lo que significa que la llegada de un nuevo miembro felino al hogar puede ser motivo de tensiones. Si estás considerando tener dos gatos, lo ideal es que ambos lleguen al mismo tiempo, ya que esto facilita el proceso de adaptación y reduce la competencia territorial. Sin embargo, cuando un gato ya está establecido en casa, es importante manejar la presentación de forma cuidadosa para evitar conflictos y fomentar una convivencia pacífica.
Dos gatos desde el principio es una estrategia inteligente
Si tu objetivo es tener dos gatos, adoptarlos al mismo tiempo puede ser la opción más sencilla. Los gatos que llegan juntos suelen adaptarse mejor, pues ninguno considera la casa como «su territorio» exclusivo. Aunque es probable que haya algunas disputas iniciales propias del ajuste, estos conflictos suelen ser pasajeros y los gatos rápidamente aprenden a convivir, jugar e incluso descansar juntos.
Introducción gradual del gatito nuevo en territorio de un gato mayor
Cuando introduces un gatito en una casa donde ya vive un gato mayor, es fundamental que ambos se sientan cómodos. Un error común es centrar toda la atención en el gatito, lo que puede hacer que el gato mayor se sienta desplazado. Este sentimiento de celos puede llevar a comportamientos no deseados, como orinar fuera de su caja de arena, rehusarse a comer o mostrar agresividad hacia el recién llegado.
Para evitar estos problemas:
- No descuides al gato mayor. Dedícale tiempo, cariño y refuérzale que sigue siendo un miembro especial de la familia.
- Proporciona espacios separados. Coloca cajas de arena y platos de comida en áreas distintas, para que ambos tengan su propio territorio seguro mientras se acostumbran.
- Realiza presentaciones graduales. Permite que los gatos se conozcan a través de una puerta cerrada inicialmente, permitiendo que se huelan y se familiaricen con la presencia del otro.
¿Qué hacer si hay conflictos?

Si los gatos muestran signos de agresividad, es importante intervenir de forma calmada y evitar que la situación se intensifique. Nunca los fuerces a interactuar si no están listos. Mantén una actitud paciente y refuerza los comportamientos positivos premiando la calma y la aceptación mutua.
En casos de conflicto, considera:
- Separarlos temporalmente y reintroducirlos de forma gradual.
- Utilizar feromonas en difusores para reducir el estrés en ambos gatos.
- Supervisar sus interacciones iniciales para asegurarte de que todo transcurra con seguridad.
Fomentando la armonía
A medida que los gatos se acostumbran, fomenta su interacción positiva con actividades como juegos compartidos. Usar juguetes interactivos puede ayudar a desviar la atención de las tensiones y crear experiencias agradables para ambos. También, asegúrate de que cada gato tenga suficientes recursos (camas, rascadores, juguetes) para evitar competencias innecesarias.
Con paciencia y cuidado, la mayoría de los gatos pueden aprender a convivir y hasta formar un vínculo especial, proporcionando compañía mutua y alegrando tu hogar.